quinta-feira, 22 de abril de 2010

ausente



Te observo desde el otro lado del sofá mientras sonríes cuando hablas de algo que no soy capaz de escuchar, estoy pensando, como siempre, analizando todo lo que nos rodea como un depredador. Has puesto el móvil a cargar y descansa sobre el ángulo posterior derecho de la mesa del comedor, seguro que al hacerlo te sentaste para comprobar el correo, la silla está levemente desplazada hacia atrás. El ordenador del despacho ilumina en azul la penumbra de libros, madera y tonos rojos, las fotos del nuestro último viaje siguen ahí, ordenadas y etiquetadas con nombres imposibles que sólo tu eres capaz de recordar. Has pasado por el baño, esto es fácil, siempre pasas por el baño para desaparecer y encontrarte contigo mismo. Hay un periódico doblado con descuido sobre la mesa de centro, El País, menos mal. Me hubiese resultado costoso encontrar otro diario, ya sabes que yo nunca los leo. La perenne lámpara amarilla sobre el mueble de roble con diez cajones, las sombras de tu cartera, unas gafas y algún artilugio electrónico que me robará el sueño con sus alarmas imposibles y sus funciones anárquicas. A las veintidós horas nos avisará la televisión de que piensa cambiar de canal aunque no estemos de acuerdo ¿dónde se cancelaba esta locura? En el botón “tv” o en el “back to program”? Te levantas para caminar nervioso mientras hablas por teléfono con tu familia, puedes recorrer varios vientos de metros en cada llamada, no me extraña que te mantengas en forma. Vistes algo cómodo para estar por casa, las zapatillas del día te esperan alineadas detrás de la puerta de la calle, es posible que hayas pensado en esta ubicación para que no se te olviden. Como las llaves, las gafas graduadas, la mochila, la idea que estabas fraguando dos minutos antes de partir, se te olvida todo menos lo importante. Me siento tranquilo aunque ausente, muchas veces me preguntas ¿dónde estás? Estoy aquí siempre, feliz. Estás guapo mientras sonríes cuando hablas de algo que no soy capaz de escuchar.



Este post é da autoria do meu amigo P.

3 comentários:

  1. Adorei, muito obrigado. P.

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  2. Eu só o li hoje. Foi a surpresa do dia.
    Quanto ao Goldberg, não podias ter escolhido melhor. Um beijo ENORME aos 2.

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  3. Fico tão contente ao saber-vos assim! Beijos muito grandes!!!!!!

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